Minerales

El calcio, el magnesio y el zinc son vitales para la formación de huesos y dientes fuertes. Apoyan la función neural, muscular, vascular y cardiovascular saludable, incluido el ritmo cardíaco. Estos tres nutrientes esenciales son fundamentales para el funcionamiento saludable del cerebro, el sistema nervioso y el sistema muscular. El calcio es más conocido por su apoyo óseo y muscular, mientras que el magnesio es apreciado por sus efectos calmantes y su capacidad para promover la regularidad intestinal. El zinc es uno de los nutrientes más populares para el apoyo de la defensa inmunológica y también es esencial para la salud de los músculos y la producción de hormonas reproductivas.

Los minerales son micronutrientes esenciales para que nuestro cuerpo se mantenga saludable. El organismo usa minerales para muchas funciones diferentes, incluyendo el mantenimiento de los huesos, músculos, corazón y funcionamiento cerebral. Los minerales también son importantes para producir enzimas y hormonas.

Estos son elementos químicos inorgánicos que representan cerca del 4% del peso corporal del organismo. No constituyen una fuente de energía, pero son esenciales para el metabolismo, crecimiento y mantenimiento de un organismo vivo.

Calcio: tiene un papel esencial en la fuerza y rigidez de nuestro esqueleto y también participa en numerosos procesos metabólicos. Por ejemplo, en la coagulación sanguínea, la contracción muscular, la liberación de hormonas y neurotransmisores.

Es importante consumir suficiente calcio durante toda la vida, ya que, es un mineral básico en la infancia y la adolescencia. Esto debido a que son períodos de rápido crecimiento y desarrollo esquelético. También es especialmente importante para las mujeres posmenopáusicas y personas mayores.

Se puede requerir suplemento de calcio en casos especiales. Por ejemplo, al llevar una alimentación vegana o tener intolerancia a la lactosa, debido a que generalmente se reduce el consumo de lácteos, como son la leche, yogurt, quesillo y similares.

Magnesio: está presente en tejidos blandos y glóbulos rojos, pero también en el esqueleto. Así, no solo mantiene los músculos y los nervios, tiene un importante papel en la conservación de huesos y dentadura. Además, permite la absorción de calcio, potasio y un adecuado procesamiento de la vitamina D.

Zinc: es un componente esencial en nuestro organismo. Tiene un papel central en el buen funcionamiento del sistema inmunológico y del tracto gastrointestinal.

Las personas de toda edad, incluidos bebés, niños y mujeres embarazadas se encuentran en riesgo de deficiencia de zinc. La deficiencia de este mineral aún no está del todo documentada; no obstante, se calcula que el 20% de la población mundial podría estar en riesgo de sufrirla.